84-376-1810-X
Cartas marruecas; Noches lúgubres
José de Cadalso
Editorial: Cátedra Año: 2004 Páginas: 416Formato: Rústica, 11,5 x 18 cm.
Ed. Russell P. Sebold, 3ª. ed.
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Ed. Russell P. Sebold, 3ª. ed.
Publicado originalmente en 1772, Los eruditos a la violeta?se postula una sátira breve y ligera contra un tipo de educación entonces frecuente: la erudición meramente superficial. Cadalso arremete contra aquellos que pretenden ser doctos y que «fundan su pretensión en cierto aparato artificioso de literatura», cuyo afán no es otro que el «deseo de ser tenido por sabio universal». Con un título alusivo al perfume de la violeta, uno de los preferidos de los jóvenes de la época, está escrita a la manera de un curso completo de todas las ciencias, dividida en siete lecciones para los siete días de la semana. La obra tuvo un éxito inmediato y fulgurante, hasta tal punto que Cadalso escribió un Suplemento, que se incluyó en ediciones posteriores, y?El buen militar a la violeta, publicado póstumamente en 1790.
Con ideas que podríamos sostener igualmente en la sociedad actual, esta edición completa, pues incluimos las tres obras mencionadas, viene a cubrir un hueco en la historia de la literatura y el pensamiento. Y, gracias al minucioso estudio del profesor Joaquín Álvarez Barrientos, al fin las podemos comprender y disfrutar en todas sus dimensiones.
Dos obras indispensables para entender tanto la literatura como la historia y la sociedad de nuestro siglo XVIII.
• ISBN: 9788423910786 / 8423910784
• Estado: Bueno.
• Colección Austral, Sexta edición (1985).
José Cadalso nació en Cádiz en 1741 y murió en Gibraltar, durante el bloqueo por los ingleses, en febrero de 1782. Había seguido la carrera militar, en la que alcanzó el grado de coronel, pero no renunció en ningún momento a su vocación literaria. Viajó por varios países de Europa. Se enamoró apasionadamente de una actriz para la que escribió la tragedia Sancho García. Fue desterrado dos veces. Cultivó la poesía ánacreóntica y escribió obras de carácter crítico y satírico.
Cartas marruecas es su obra más conocida. En ella tres supuestos corresponsales se intercambian sus cartas. Son ellos: Gazel, un árabe venido a España en una embajada. Nuño Núñez, un cristiano amigo del árabe y Ben Beley, un viejo comprensivo y aleccionador. En ellos se desdobla Cadalso para transmitirnos su parecer sobre los defectos que desvirtúan a la patria, los que denuncia implacablemente de una forma irónica, pero no cruel, movido por un deseo de perfectibilidad colectiva. Traza de esta forma verdaderos retratos de psicología costumbrista, dando a todo el temario un enfoque singularmente precursor, anticipo del «artículo» moderno.
172 pp.+2 hh. 18,5x11,5. Rústica ilustrada. Ed. Cia. Ibero-Americana de Publicaciones. Madrid, s/f.
278 pp.+7 hh. 18x11. Rústica ilustrada. Edit. Nacional. Madrid, 1984.
Edición preparada por Rogelio Reyes Cano.
190 pp. Enc. en tapa dura de la editorial. 21x12,5. Biblioteca de Autores Andaluces. Printer. Barcelona, 2004.
En un total de 90 cartas Cadalso hace una serie de consideraciones sobre naturaleza humana y mundo en general. Los temas de las cartas son sobre España y Europa. En ellas alaba a los Borbones, critica paternalismo de Carlos III. Ataca las malas costumbres y hace descripción de la sociedad: falta de libertad de las mujeres, coquetería femenina, lujo, moda, etc. Sus anécdotas agilizan el estilo de su tono expositivo.